Casa Robles

Lentisimos. Les sobrepasa el aforo. Comida sosa. Opciones sin gluten justita. Pedimos chipirones, aparecen en la carta sin gluten. Nos dicen que tiene que ser chopos. Cuando vienen, a pesar de haber dejado claro que no puedo tomar gluten, lo traen rebozado. Tras otra media hora de esperar los traen, sosisimos. Tardaron más de media hora en servir los chicos y unos champiñones. Comentan, incluso el dueño, que tienen mucho lío. El pan sin gluten, regular, se les ha pasado en el horno, por los que viene endurecido y pegado al plástico que lo envuelve. Para el precios, mal. No vuelvo y no lo recomiendo. Ya no solo por ser celiaco, por su desastre en el servicio.

Me hablarón tan bien del restaurante que fuí. La comida reconozco que es buena pero el trato recibido no me gustó. Me sentí muy mal cuando me dijeron que como ese día habia mucha gente no me podian adaoptar los mucho la carta, que si quería carne a la plancha no habría ningún problema, pero que no podian ni freirme patatas a parte ni ninguna salsa. Yo creo que por lo que pagas en un sitio así podrian tratar mejor al celíaco o si no, no ofrecerlo en la carta.

Confirmo la opinión de carmaliza aunque me pareció un poco caro.

Gracias por la atención recibida en el día de ayer.Era mi cumpleaños y pude celebrarlo como si la celiaquía y la intolerancia a la lactosa no formasen parte de mi vida. El servicio de 10 como es característico de Robles. Tenían pan sin gluten (envasado y recien calentado), adaptaron la salsa y la presentación de la ensalada para que pudiese comerlas (por cierto buenísimas las dos), y lo mejor de todo de postre tocino de cielo..¡buenísimo...!. Gracias a Robles sin duda volveremos pronto.